domingo, 13 de febrero de 2011

Recuperar Tu Amistad

Esto va dirigido para esa persona que veo cinco días a la semana, que veía y veo como una gran persona. Esa persona que ahora no me responde, que no quiere saber de mi, que me negó el puesto de amigo, esto va para esa persona, si, eres tú, y si lo estás leyendo esto es para ti.


Un desierto en el que el silencio es la arena, el sol una escasa atención y el sonido tu lejano parloteo en conversaciones cercanas pero distantes. Es esa la condena que llevo por haber hecho lo que hice. Ahora he empezado una pequeña revolución. Creo que no he sido justo, no encuentro ahora lo que quiero después de haber perdido hasta hace escasos días una persona muy importante para mí.
Sabes... si yo fui la mitad de importante para ti como esta persona lo es para mí, comprendo que rechaces mi dialogo. Pero en cambio yo estoy ahí, al lado.... y esta vez el daño lo he recibido yo, aunque no lo parezca.

Muchas veces he recibido tanto daño por hacer que la otra persona no lo sintiera... en cambio contigo no tuve ese reparo. Siento no haber podido concebir en mi mente una pequeña atención a quitarte parte del peso de la mochila. Y después de todo hice el camino mas difícil... lo llene de ese maldito obstáculo que es la duda y el recuerdo... el recuerdo... ¿tú me recuerdas?
Yo a ti mucho... fuiste una amapola que se abrió en un campo de blancas margaritas... el sol brillaba y te concebía el color rojizo entre cobre y pardo de tu pelo...
Te quería... pero me levante una mañana, una odiable y funesta mañana, en la que pensé que yo no era nada más que un estorbo, yo era el verdadero obstáculo, yo era yo y como persona sin mente ni elocuente ni racional lo eche todo en el mismo baso... Más de un día estuve sopesando aquella decisión.

¿Por qué en un parque? ¿Por que alegría y pena? ¿Por qué parecer que aun te quería, guardar un halo de esperanza y después el olvido?

Un parque... El parque de los príncipes... allá donde Bécquer, inmortal como el hierro, está al lado de sus musas frágiles como el mármol, todo en esa escena de ese parque es eterno… y yo quería conservarlo en la eternidad. Porque la alegría llena y la pena entristece, porque un shock de emociones distintas y contrarias te haría cerrarme la puerta… o al menos pensé que aunque me la cerraras después me la abrirías… cosa que no ha ocurrido. Parecer que te quería no era más que meterme tras una cortina de visillo blanco al sol y dejar ver mi sombra, que si corrías las cortinas veías mi cuerpo, me veías y podías ver que te quería.
Un halo de esperanza… siempre he pensado que la esperanza es lo último que se pierde. Y el olvido… que era la separación de los dos por los campamentos, siempre creí que con tus amigos te olvidarías de mi.

Ya no tengo nada más que decir, si quieres… podemos hablar, porque te lo digo ya, me pienso currar lo de recuperar tu amistad.

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