domingo, 13 de febrero de 2011

LLama De LLamas Apagadas.

Mientras la llama
de aquella fogata
se mantenía despierta,
móvil e inquieta.

Las otras dos llamas,
que en nuestros carazones se hallaban,
jugaban como niñas
en el parque después de la salida.

Iban pasando los días
que se tornaron en nuestra vidas.
La una de la otra
pareciendo mas gemelas cada hora.

Pero el tiempo pasaba
y las estaciones no esperaban.
Llegó la primavera
y no apagó la llama, con la lluvia lenta.

Llovía y llovía, soplaba y soplaba.
Las nubes corrían, mientras ellas se juntaban.
Y de las fiesta del renacimiento
pasamos al estío veraniego.

A de ser verdad
el dicho de la antigüedad
que dice que el fuego,
se combate con el mismo juego.

Las dos llamas que tanto brillaban
se apagaran, tras caer envenenada.
Y como la vida de una era la de la otra,
la muerte de una llevo a la pena de la otra.

Veneno del pensar
fue el que los llevo a separar.
Mas una en su ultimas brasas
cinco cartas a la otra le enviaba.

La tinta de ceniza
por las lágrimas se corrían.
La rabia y el desconcierto de la llama
fueron suficiente para decir: !Ya basta!

Ella sola, viva en la vida,
solo con el pensamiento que tanto le dolía,
deseando que la otra no se apagara
pero la dicha susodicha solo quería que la olvidara

Finalmente la fogata,
a causa del viento, la noche,
apagó aquella única llama.
Todo oscureció, en la candela de los amores.

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