jueves, 8 de abril de 2010

De Nuevo

Al fin tranquilo.
Ya paso el mal estar,
la tormenta, el vendabal.
Ya no siento el frio.

Su aura ya no es azul,
es amarilla color luz.
No se le ven sombras,
solo sonrisas, ¡Y a todas horas!

Ya no está enfada,
y no no me habla.
Confia en mi,
y me da golpes en la espalda.

Su pelo es el mismo,
ligero y limpio,
dorado como el trigo,
siempre oliendo a lirios.

Sus ojos tras lentes
siguen marrones, candentes.
Su sonrisa sigue blanca,
como perlas de narcar.

Me alegro de que su noche
y su dia sigan siendo su guia.
Lo unico que pienso...
es ahora en aquel negro dia.


Siento escribir poco, pero el tiempo me apremia, no tengo mucho. Aparte intento de escribir lo de la historia aquella, aun que en estos momento este escribiendo una obra de teatro (estoy inspirado ahora mismo para ello, jaja)

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